Empezar un nuevo proyecto empresarial significa analizar el mercado en el que nos vamos a mover. Para ello, utilizamos el análisis DAFO, es decir, el reconocimiento de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de la empresa.
¿Qué es y para qué se utiliza?
Es una herramienta estratégica que sirve para conocer la situación real en la que se encuentra la empresa. En primer lugar, se emplea para facilitar las decisiones presente y futuras. Pero también para aprovechar las oportunidades y luchar contra las amenazas.
Por este motivo, el objetivo principal del análisis DAFO es:
- Encontrar los factores estratégicos que estén en estado crítico.
- Usar estos factores estratégicos para realizar cambios de organización.
- Consolidar las fortalezas de la empresa.
- Minimizar las debilidades.
- Aprovechar las oportunidades de la empresa.
- Reducir las amenazas.
¿En qué se basa el análisis DAFO?
Principalmente, esta herramienta posee dos pilares fundamentales: el análisis interno y externo de la organización.
- Análisis interno: basado en el estudio del liderazgo, los trabajadores, los recursos utilizados y las estrategias de empresa. Se centra en:
- Fortalezas: detalla los recursos y destrezas que ha adquirido la empresa. ¿Qué sabemos hacer? ¿Qué nos diferencia?
- Debilidades: describe las desventajas frente a la competencia. Además, debemos considerar realizar un análisis de recursos, de actividades y de riesgos.
- Análisis externo: basado en la competencia, sector y mercado. Se centra en las:
- Oportunidades: especifica los posibles mercados y núcleos de negocio.
- Amenazas: detalla los peligros para la supervivencia de la empresa.
¿Cómo hacemos un análisis DAFO?
- En primer lugar, debemos distinguir los factores internos de los factores externos. Los factores externos son los que afectan al mercado y a su entorno, mientras que los factores internos afectan a la marca, al negocio o a la cartera de productos.
- Creer en los hechos de nuestro entorno, es decir, en lo que está pasando y evitar las suposiciones.
- Especificar datos empresariales.
- Dar preferencia a los hechos. Primero, destacar los hechos más significativos y después los menos significativos.
- Sintetizar. Conseguir una imagen clara mientras observamos una la situación global.
- Vincular el DAFO con las recomendaciones. Protegerse de las amenazas y fortalecer las propias fortalezas.
- Definir el alcance. El mercado, el área, la marca y los productos.
- Analizar los hechos.
- Aportar todos los estudios internos y externos realizados en la empresa con el fin de mejorar su entendimiento.
Ser consciente de la situación real en la que nos encontramos es la clave para llevar nuestra empresa al éxito.