Cuando hablamos de marketing lo hacemos de forma general. Existen muchos tipos de marketing tanto a nivel online como offline pero…¿Sabemos qué es el marketing relacional?

¿Qué es el marketing relacional?

El marketing relacional es un método cuyo objetivo principal es crear relaciones duraderas y cercanas con los clientes. Este nuevo planteamiento consigue fidelizar y maximizar la rentabilidad de los clientes. Utiliza técnicas y acciones que proporcionan confianza y valor a las personas. Además, para lograr sus objetivos, el marketing relacional prioriza los intereses de los clientes frente a los de la empresa y de esta manera, prolonga su la relación.

A toda empresa le interesa mantener una buena relación con sus clientes y convertirlos en clientes periódicos para obtener mejores beneficios a largo plazo.

Ventajas de utilizar el marketing relacional

La uso del marketing relacional aporta a todas las empresas una serie de ventajas frente a su competencia. Estas ventajas son:

  1. Experiencia: gracias al contacto con el cliente, la empresa observa cuáles son las necesidades y situaciones que les resultan imprescindibles. Esto permite tomar decisiones satisfactorias para esas necesidades y aumentar las ventas de productos y servicios.
  2. Identificación: a través de la relación establecida con el cliente, la empresa conoce cuáles son los clientes potenciales o bien ocasionales y genera interés de marca para aquellos clientes que aún no conocen sus servicios.
  3. Retención y fidelización de clientes: un cliente contento es un cliente de larga duración. Por ello, la empresa consigue la aparición de acciones de retroalimentación de forma constante.

Etapas de marketing relacional

La introducción de esta estrategia se resume en cuatro etapas muy distintas e imprescindibles. Éstas son:

  • 1. Recopilación de información: es importante publicar formularios para que los clientes aporten su información y así crear una base de datos.
  • 2. Planificación de la segmentación: una empresa no trata a todos sus clientes de la misma manera. Los comportamientos varían en función de la situación o la relación y por ello, una empresa debe tener en cuenta las diferencias entro ellos y segmentar.
  • 3. Adaptación: una vez definida la segmentación de los clientes, la empresa adapta los mensajes, el tono, la acción y la manera de comunicarse con cada grupo de clientes.
  • 4. Interacción: esta es la etapa más importante. Es el momento de llevar a cabo el primer contacto con el cliente y establecer vínculos fuertes.

La clave para una buena relación con el cliente es realizar una perfecta recopilación de información. Todas las etapas son necesarias para conseguir fidelizar y mantener a los clientes a largo plazo.